La luz es consustancial a la imagen ya que su reflejo en los objetos hace que los podamos precibir. También es un elemento clave en la forma de percibirlas. Crea y define las zonas de claridad, destaca ciertos elementos mientras oculta otros. Según el origen puede ser natural(sol, fuego...) artificial (lámparas o focos), según el tipo suave (difusa y apenas crea sombras) o dura (potencia las sombras) y según la situación frontal(detrás de la cámara o sobre ella), lateral(al lado del objeto), cenital(sobre el sujeto), nadir (bajo el objeto) y/o contraluz (detrás del motivo). A veces la luz puede ser el objeto principal de la imagen.
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